Ahogado en un rincón de la más profunda oscuridad, con la televisión encendida y
la mirada perdida, arreandole desesperadamente y sin piedad a mi aliado y único amigo blended scoth whisky. Ha Llegado el día y la hora, a punto de
llegar ya en cualquier momento, se acerca inexorable el hombre de la guadaña. Es
increíble como a pesar de estar esperándolo durante meses me va a pillar con el
paso cambiado, no queda nada, minutos apenas. Y no estoy preparado, a todos nos
sorprende siempre, nadie está nunca listo para la partida eterna pero ¿Qué es lo que
digo? ¿A quién quiero engañar? Llevo deseando
su llegada mucho tiempo. Cuando uno sabe que es un muerto en vida, un cadáver, algo inservible que sobra y estorba, tiende uno a deshacerse
de ello y eso es lo que voy a hacer, limpiar la mierda.Y mientras termina de
llegar trago tras trago va cayendo la botella y con ella esta puerca
inexistencia. Podrido de soledad en esta solitaria lúgubre tumba de cuatro
paredes, completamente destrozado, consumido, agotado por un eterno vagar perpetuo de
dolor indestructible. Bajo la enfermiza luz mortecina de esta lámpara, agoto moribundo
mis últimos instantes. Su llegada es inminente. ¡¡Cuantas lágrimas inútiles derramadas
y arrastradas por el fango de mis miserias!! Atormentándome sin descanso una y
otra vez las pesadillas en forma de bucle sempiterno……de repente me llega un
olor fétido y putrefacto, vomitivo, nauseabundo, repulsivo,
dando arcadas me retuerzo por el sofá violentamente, pero….no sé, creo que….me
parece atisbar algo por debajo de la puerta, como una sombra sinuosa…..¡Ding Dong! Asustado doy un brinco, sorprendido me quedo mirando la puerta impasible unos
segundos, paralizado, tétrico, con los
ojos salidos de las órbitas, por fin reacciono y muy lentamente con mucho esfuerzo me levanto perezosamente,
parece que todo está consumado, llegó el anunciado terrible momento, está aquí, creo que ya
estoy preparado, arrastrándome por el suelo y con el terror devorando mis entrañas abro la puerta y .... R.I.P
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